Parecía que no volvería a pasar, que todo iría entrando en la normalidad que perdimos hace dos años, pero este bichito se está empeñando a no dejarnos tranquilos, aprende a encontrar caminos para seguir con nosotros y invadir nuestras vidas. Ya hace dos años que los que saben nos lo explican, los virus hacen esas cosas, ellos aprenden de nuestros errores, de bajar la guardia y pensar que ya lo teníamos vencido.
Esta Navidad ya lo teníamos aprendido del año pasado , nos está ayudando las vacunas, pero es mejor no arriesgarse por el bien del entorno familiar.
Este año tampoco he podido sentar a mi mesa a mi familia, esa mesa que os describí hace unos años, esa mesa grande donde caben todos. Se queda en pausa esta comida para cuando las cosas estén mejor y podamos hacerlo con tranquilidad.
Pudimos cumplir nuestra tradición catalana del TÍO, los niños de la familia la esperan, es el momento de la emoción, de las risas ,de las sorpresas, de la ALEGRÍA, ellos no pueden perder ese momento, ese recuerdo, esa canción que acompaña el momento de ir descubriendo los regalos.
La Navidad es la magia, la alegría y saber que tu familia está bien, lo demás se puede atrasar para un momento mejor.
Nosotros éramos demasiados, y no he querido descartar a nadie
FELIZ NAVIDAD🎄
FELICES FIESTAS Y AÑO NUEVO